Vicios y virtudes de los periodistas para sortear la crisis y crear un nuevo escenario de superviviencia


ENTREVISTAMOS A: Marta Peirano @minipetite cuyo blog La Petite Claudine es una referencia desde hace años. Aquí tienes una Bio exprés.
LUJURIA: Dícese del vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales. Exceso o demasía en algunas cosas.
EN LOS MEDIOS: La lujuria de los medios es el deseo irrefrenable por poseerlo todo, lo que es suyo y lo que no lo es. Es el ansia por ganar dinero, poder, interés, influencia a costa de perder los valores por los que se rige el Periodismo. Es lo contrario a la ética periodística.
-¿Te parece la lujuria un pecado capital, un pecado, un pecadito
-En términos generales, la lujuria está ligada al deseo y sin deseo no hay nada. La clave está en “desordenado”. Es como todo; no conviene pasarse. Si te pasas, no vale.
-¿Estás de acuerdo con que los medios padecen lujuria, tal y como la hemos definido en este trabajo?
-Más que un apetito desordenado por los apetitos carnales, lo que hay es una crisis de identidad con los síntomas habituales de angustia vital, abandono total de responsabilidades y una tendencia autodestructiva que afecta gravemente a todos los implicados. La prensa es ante todo garante de la democracia. La prueba es que el primer síntoma de la crisis democrática es la falta de libertad de prensa. Su responsabilidad es diseminar la información, interpretar los acontecimientos y vigilar las acciones del poder, protegiendo la libertad del ciudadano y asegurando su autoridad democrática, que es el poder de conocer, reaccionar e intervenir en los asuntos que le conciernen. Para cumplir con esas responsabilidades, un periódico debe ser independiente y autosostenible, pero no puede ser un negocio sujeto a especulaciones financieras y políticas que comprometen su integridad. El periódico que pertenece a una empresa de ambiciones capitalistas no es un periódico sino un catálogo; el que se asocia a un partido político no es un periódico sino un panfleto. Los dos faltan a sus responsabilidades con el ciudadano y empobrecen la libertad democrática. La gran crisis de los medios es el haber olvidado lo que son y haberse convertido en otra cosa.
-¿Se te ocurren ejemplos de lujuria en los medios?
-Se me ocurren tres, bastante claros. En la transición a lo digital, los medios han heredado el modelo publicitario del primer gran negocio online: el porno. En su esfuerzo por generar visitas que produzcan beneficios basados en ese modelo han olvidado su prioridad, que es ser relevante antes que popular. Así vemos que el 40% de las portadas de las grandes cabeceras nacionales están llenas de información que pertenece a los semanales amarillos o las revistas de deportes. Otro 30% está generada por la asociación ilícita que existe abiertamente entre dichas cabeceras y las fuerzas políticas de nuestro país, dando plataforma al vergonzoso río de barbaridades que intercambian nuestros representantes cada día o las comunicaciones de sus departamentos de prensa. El 10% restante son, en el mejor de los casos, noticias de corte internacional que han sido transcritas directamente desde las agencias, cosas que se publican sin más porque la plantilla- cada vez más reducida- no tiene tiempo de convertir esos datos en información para sus lectores. Es posible que esas portadas sean el espejo de otros pecados, como la avaricia, la sed de poder y la pereza.
-¿Algún antídoto?
-Un marido en crisis sólo vuelve a su familia cuando lo ha perdido todo, así que la receta debería ser el rechazo total. Felizmente, las crisis son parte de nuestra naturaleza y las necesitamos para repensar y reautorizar nuestros valores como sociedad. Personalmente, veo la luz al final del túnel. Esperemos que no sea el tren que viene a arrollarnos.
-¿Y el camino a la absolución?
-Reestructuración, recuperación de valores, desarticulación de los lazos económicos y políticos que comprometen la acción periodística, entusiasmo, pasión. Es posible que sea tarde para muchos, pero en España no faltan buenos periodistas, lo que sobran son malos periódicos. Presiento que en los próximos tres años nacerá una nueva generación de medios que sacará al sector del oscuro bache en el que se encuentra.
-¿Cuál de los siete pecados has cometido más?
-Probablemente la ira. Es una pasión vanidosa y poco constructiva y yo he incurrido cada día.
¿Cuál es el pecado más disculpable? ¿Y el más horripilante?
-Entre los que habéis reconfigurado para vuestros viles propósitos, pienso que es la gula. No hay nada malo en probarlo todo: tener una web, una radio, una televisión, una productora de cine. El lenguaje del siglo XXI es un lenguaje híbrido, mutante. Para tener mundo hay que viajar; pero sólo los sabios saben donde está su casa.
EL PROYECTO
‘Los 7 Pecados capitales del Periodismo’
.-El primer post: ‘Las locuras de Zuzeu y los 7 pecados de los medios de comunicación’
.-La presentación del Proyecto: ‘Los 7 Pecados del Periodismo’
.-La Pereza: “Somos demasiado indulgentes”, según Ícaro Moyano.
.-La Envidia: ““Es un privilegio ser periodista. Es un regalo””, según Ana Alfageme.
.-Proponemos #Pecadismo como etiqueta en Twitter
CRÉDITOS
.-De la fotografía, de DraXus en Granada