Los agostos nunca son tranquilos informativamente hablando, la actualidad siempre se encarga de desmentir esa frase de que “en verano nunca pasa nada”… y este agosto ha sido la demostración de que a 2020 le queda mucha guerra por dar.
Y el mes no podía empezar mejor que con la “salida” de España del Rey emérito el 3 de agosto. Una carta de la Casa Real desvelaba que Don Juan Carlos abandonaba el país con rumbo desconocido (tardó casi todo el mes en saberse que el destino era Emiratos Árabes Unidos). Al terremoto político en España no le ha faltado de nada y ha provocado un aluvión de productos periodísticos que ayudan a situar la figura histórica del Rey emérito.
Uno de los mejores está en formato podcast. Hablamos de XRey. Diez episodios, con los periodistas Álvaro de Cózar y Eva Lamarca y la dirección de Tony Garrido, en los que se recorre la vida e historia de Don Juan Carlos hasta su abdicación. Cuenta con una entrevista magnífica con Rubalcaba y con una curiosa utilización de la Inteligencia Artificial para recrear la voz de Franco.
TVE se apuntó un buen tanto al programar el documental de Miguel Cortouis, “Yo, Juan Carlos I, Rey de España”. La emisión del documental, dentro de un especial informativo, congregó a una audiencia de 1,2 millones de españoles atraídos no solo por la actualidad del tema sino por el morbo de poder ver un documental que la cadena pública tenía guardado desde 2014 nada menos. Cinco horas de entrevista con el Rey, condensadas en casi noventa minutos en los que no falta un episodio trascendental: el 23F.
El tempo informativo de agosto quizá sea el causante de que no encontremos ningún producto web reseñable sobre la crisis real, que se ha basado informativamente en pocos datos y mucha opinión. Este terreno se ha dividido entre los halagos histórico-cortesanos al Emérito y los artículos críticos con su figura. Destacamos dos que inciden en el mismo asunto: ¿por qué los medios en España han ocultado durante tanto tiempo las aventuras y delitos del Rey? Javier Cercas lo llama “El Tabú del Rey” en un artículo publicado en El País Semanal.
“De un tiempo a esta parte oigo decir a muchos periodistas, refiriéndose a las supuestas trapacerías del rey emérito: “Eso lo sabíamos todos”. “Yo no”, me apresuro a replicar y, como soy muy ingenuo (o muy tonto), añado: “Si lo sabíais, ¿por qué no lo contabais? ¿Por qué, al menos, no lo investigabais?”
La Prensa española faltó a su deber y creó ella sola ese tabú que ahora parece haberse roto por fin. Lo que no sabemos es de si esa ruptura nos va a llevar a un enfoque crítico, objetivo y sosegado de la institución monárquica.
En esa misma idea insiste David Jiménez en El rey iba desnudo y España miró a otro lado para The New York Times. Para Jiménez, “una desfasada cultura de pleitesía, la opacidad que rodea a la monarquía española y una Constitución que excluye a nuestros reyes de cualquier responsabilidad penal enviaron al monarca el mensaje de que estaba por encima de la ley”. El exdirector de El Mundo reclama en su artículo más transparencia a la Casa Real y más sentido crítico a la sociedad española para no volver a caer en el mismo error.
Y como siempre, lo mejor de la crisis real de agosto, los memes y los tuits más o menos afortunados…
No tengo trono ni reina
ni nadie que me comprenda…— Jot Down Magazine (@JotDownSpain) August 3, 2020
Juan Carlos, entrega tu delantal y vete.
— Profeta Baruc (@Profeta_Baruc) August 3, 2020
– Bajo un momento a por tabaco, no tardo. pic.twitter.com/6nmLbJBzUV
— Aquel Coche (@Aquel_Coche) August 3, 2020
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