A estas horas la noticia del cierre de soitu.es está más que digerida, lo que no significa que la digestión haya sido sencilla. Aún recuerdo la cara de Sindo cuando, para iniciar la tertulia en la casa de Meneses, se me ocurrió preguntar si fundar un medio de comunicación en pleno Siglo XXI era una cosa de locos.
«Nunca». Así se puede resumir su respuesta. Nunca un proyecto que canalice la necesidad que toda sociedad tiene de ser informada e informar, nunca puede ser una locura. Ni siquiera cuando ese proyecto se cierra.
El periodismo tiene demasiadas etiquetas encima, tantas que en ocasiones, más de las que deseamos, impiden ver el bosque de esta profesión y que se resume en un sustantivo del que Sindo, y por ende Soitu.es, hacían gala: el periodismo.
No conozco a Lafuente. Tampoco a ninguno de los compañeros que hoy no habrán vivido el mejor día de sus vidas. Sin embargo sí pude ver aquél día en casa de Enrique la devoción que ese hombre siente por un oficio tan desagradecido como hermoso, tan desagradable como mágico, tan especial en suma.
Hoy, después de escuchar las dos intervenciones «Enredadas» de Sindo, preñadas de optimismo y con la ilusión del que empieza un proyecto nuevo, reinterpreto algunas de las frases que Sindo pronunció en aquella tertulia y observo que, a pesar del tropezón, el periodismo sigue siendo tarea vital de quien no ha nacido para ser más que eso, periodista. Por eso, en este día, me gustaría acercaros a aquél Sindo Lafuente que hablaba de periodismo ciudadano, que recordaba el valor añadido que debe aportar el periodista a las informaciones, que decía que los discursos han de cambiar porque el medio -Internet- lo ha cambiado todo. Un Sindo Lafuente que no hace mucho concluyó que la Red es la calle.
Salud, suerte y enhorabuena por lo que habéis conseguido y que, seguro, vais a ayudar a lograr.

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