Los periódicos siempre han mantenido una relación amor-odio con la publicidad. «Con la publicidad resplandece la verdad», cuentan que soltó un editor cuando fardaba ante las planas de publicidad que ese día iban dentro del ejemplar. Para los periodistas, la publicidad ha sido siempre esos garabatos que les quitaban espacio para publicar informaciones, reportajes, cronicones. Pero un diario siempre se ha vendido dos veces. Una al lector y otra al anunciante. Y ahora se vende de todas las maneras posibles, sea en su versión web como suscriptor digital o sea a través de dispositivos de kiosco en los que se puede consultar el diario de papel a través de un dispositivo digital.
Pero hay todavía otro aspecto, menos conocido, que es el de la relación de los periódicos cuando utilizan la publicidad para anunciarse ellos mismos. Hay repartidos por todos lados un ramillete de anuncios geniales que merece la pena rescatar. Este es el objetivo de #1001MediaSpots
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1-Ready for a good chat? (Kissinger y The Economist)